sus 80 años, Sumi y su nieto Jin, de 16, forman parte ya del nuevo milagro japonés. Ambos fueron rescatados ayer en la prefectura de Miyagi, una de las más castigadas por el seísmo y posterior maremoto que golpeó Japón hace más de una semana. Cuando los vecinos y equipos de rescate de Miyagi, donde se espera superar los 15.000 muertos por la tragedia natural, habían perdido cualquier esperanza de encontrar supervivientes, Jin logró encaramarse al tejado de su casa en la ciudad de Ishiomaki para pedir ayuda. Mientras, su abuela permanecía dentro de la vivienda con una de sus piernas atrapada por la nevera que les ha provisto a ambos de sustento para resistir durante nueve días.
De acuerdo con la cadena de televisión NHK, los supervivientes quedaron atrapados en la cocina, lo que les permitió alimentarse a base de yogur hasta que el joven pudo recobrar fuerzas para subir al tejado y pedir ayuda.
Mientras, las cifras de víctimas no dejan de ascender. Así, la Policía Nacional japonesa elevó ayer el balance por el terremoto y el tsunami del pasado 11 de marzo a 8.450 fallecidos y 12.931 desaparecidos, según informó la agencia de noticias japonesa Kiodo.
En la región más afectada, la prefectura de Miyagi, hay contabilizados ya más de 5.000 fallecidos confirmados, pero el jefe de la Policía en esta provincia, Naoto Takeuchi, aseguró que la cifra final podría alcanzar los 15.000 sólo en esa región. «Los cuerpos arrastrados por el tsunami se van a recoger por millares en los próximos días», explicó Takeuchi.
Además, las autoridades reconocieron que unos 35.000 desplazados sufren las duras condiciones meteorológicas de las últimas semanas como consecuencia del crudo invierno en el norte. Muchos se encuentran alojados en refugios improvisados en 15 prefecturas del este del país. Entre los evacuados, 20.000 vecinos de la central de Fukushima-1.
La situación es especialmente preocupante en algunos hospitales donde no hay gas, agua corriente o electricidad salvo para las unidades más necesitadas. La temperatura cae 10 grados en el interior de los edificios. «Lo peor es el frío que hace aquí dentro. Perdemos dos pacientes al día sólo por eso», asegura Takako Suzuki, enfermera en el Hospital Senen, en Tagajo.
Campaña por las víctimas de Japón
A pesar de ser un país desarrollado, Japón se encuentra al borde del abismo y necesita toda nuestra ayuda.
Es por lo que desde Antena 3, Onda Cero y LA RAZÓN pedimos tu colaboración. Envía la palabra JAPON al 28077 desde tu móvil y el contenido íntegro será destinado a la Cruz Roja.
إرسال تعليق