RIO DE JANEIRO.- Al menos 21 traficantes murieron en choques con la policía en el cuarto día de violentos enfrentamientos entre las fuerzas del orden y la delincuencia en Rio de Janeiro que se prepara para albergar el Mundial 2014, confirmaron fuentes policiales.
Miembros de la policía militar brasileña se preparan para una de sus incursiones en una de las favelas de Río de Janeiro.
Miembros de la policía militar brasileña se preparan para una de sus incursiones en una de las favelas de Río de Janeiro.
Solo este miércoles hubo 13 presuntos traficantes de drogas muertos, dos policías heridos, 25 detenidos para un total de 153 arrestados, según el coronel Lima Castro, coordinador de Comunicación Social de la Policía Militarizada (PM) de Rio, quien confirmó a la prensa que la policía realizó incursiones en 27 favelas.
El vocero mencionó por primera vez seis muertos entre domingo y lunes que no habían sido contabilizados en balances anteriores, que además daban cuenta de tres días de operativos y no de cuatro como finalmente estableció la policía.
“Este jueves continuaremos con operaciones de incursión y patrullaje. (…) Las operaciones permanecen y serán más incisivas a partir de mañana”, subrayó Castro, quien acotó que hay “más de 1.000 hombres en operaciones de incursión” en las 27 comunidades concernidas.
En los últimos cuatro días de incidentes y acciones policiales fueron incendiados 29 vehículos entre carros, camionetas de transporte colectivo y autobuses. El modus operandi de los delincuentes siempre fue el mismo: parar los coches, hacer salir a sus ocupantes, rociar el vehículo con gasolina y prenderlo fuego.
Castro resaltó que toda la policía está “en alerta” incluyendo al área metropolitana y 1.565 patrullas circulan por las calles cariocas: “Tenemos a 17.500 hombres en alerta por esta situación que estamos enfrentando”, dijo.
Desde el domingo el pánico se extendió a avenidas y calles de diferentes barrios de Rio de Janeiro, subsede del Mundial de Fútbol en 2014 y organizadora de los Juegos Olímpicos de 2016, con una ola de violencia marcada por los incendios de automóviles y atentados contra puestos y patrullas policiales.
“Las cosas no se resolverán de un día para el otro”, dijo Castro sobre la violencia en Rio de Janeiro. “Permaneceremos el tiempo que sea necesario”, resaltó.
Las autoridades atribuyen la violencia a órdenes de líderes de facciones de narcotraficantes que toman represalias por la extensión de los planes de seguridad y pacificación de favelas del gobierno del estado, con desalojo de criminales e instalación de Unidades llamadas de Pacificación Policial (UPP).
“Rio de Janeiro está viendo manifestaciones desesperadas de intentos de debilitar nuestra política de seguridad”, dijo a la radio CBN local el gobernador de Rio, Sergio Cabral, quien resaltó que las autoridades apretarán las tenazas sobre los grupos criminales.
El secretario de Seguridad del Estado de Rio, José Mariano Beltrame, señaló que aparentemente dos grandes grupos de narcotraficantes se habrían unido contra la política del gobierno.
Estos serían el añejo Comando Vermelho (CV) y el ADA (Amigos de los Amigos) que tiene buen poder de fuego y dominan las dos mayores favelas cariocas: la Rocinha (sur) y el Complejo del Alemán (norte).
Tras asumir en enero de 2007, Cabral anunció una lucha sin tregua contra el crimen tras lo cual se iniciaron continuos operativos en favelas.
La violencia urbana es un problema endémico de Rio de Janeiro, donde cerca de dos millones de habitantes (aproximadamente un tercio de la población del municipio) viven en más de 1.000 favelas, y para el 2014 las autoridades se proponen pacificar una centena de las más violentas. AFP
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