Los hispanos hoy ocupan un importante lugar en las instituciones académicas del país. Sin embargo, más de la mitad de quienes pertenecen a este grupo demográfico -el segundo más grande en Estados Unidos- probablemente no obtendrá una licenciatura.
Jessi Villalobos es una joven estudiante de inglés, que como muchas otras chicas inmigrantes busca tener un futuro en EE. UU. Lo cierto es que no tiene un camino fácil por delante: “yo estoy estudiando inglés porque es imprescindible hablarlo si uno quiere mejorar su situación. Pero al mismo tiempo me doy cuenta de que uno está en desventaja aquí por ser hispano. Hay racismo aún y eso se puede notar”, dijo la muchacha, que reside en Miami.
De acuerdo a un informe presentado por el Consejo Estadounidense de Educación, los recintos educativos de nivel superior del país cada vez presentan una mayor diversidad entre sus integrantes. Estos datos quedan corroborados si se observa la variedad étnica en las matrículas semestrales.
El estudio señala que entre 1997 y 2007, el número total de estudiantes inmigrantes creció un 52%. Pero estas cifras se complementan con datos que afirman que este sector universitario compone el 30% de la población total en el campo académico.
A la par que estos indicadores reflejan la gran cantidad de estudiantes hispanos que optan por facultades superiores, también dejan otra lectura contradictoria. El mismo análisis comprueba que este colectivo tiene aún las tasas más bajas de finalización de estudios escolares generales. La cifra es alarmante, pues el 70% de quienes ingresan en las aulas superiores no llegará a concluir sus programas de estudio.
José Montes, consejero y maestro del Instituto de Inglés, ha enseñado durante más de 18 años y reconoce que lo más importante es motivar a los estudiantes para lograr sus objetivos y evitar así el abandono de las aulas.
“La motivación es sumamente importante. Hay que tener en cuenta que hoy vivimos en una recesión y no es tan fácil estudiar y pagar las matrículas. Si uno piensa en el sueño americano como tal, se da cuenta de que este concepto ha ido cambiando y para los hispanos especialmente. En mis años de enseñanza he visto muchas cosas, pero lo esencial es ver opciones a corto y largo plazo; es decir, qué puede hacer uno para ir logrando lo que se ha propuesto… a veces habrá que tomar un grado pre-licenciatura para mantenerse, y eventualmente seguir estudiando” afirmó Montes.
Si bien los hispanos hoy ocupan un importante lugar en las instituciones académicas del país, no todo es absolutamente positivo: de acuerdo al fondo para becas de hispanos en EE. UU., la mayor parte de las matrículas de este segmento poblacional están orientadas hacia títulos pre-licenciatura, y por tanto, a largo plazo estos profesionales ganarán menores salarios que aquellos que tienen una licenciatura.
Ésta es una problemática que preocupa particularmente a Harold López. Este estudiante de AutoCAD y dibujo técnico quiere ser arquitecto, pero el precio de una licenciatura es demasiado alto para su bolsillo: su única opción radica en adquirir un título técnico, inferior a lo que él desea realmente cursar.
“Yo no puedo ir a la universidad. En mi país terminé el segundo año de Arquitectura, pero aquí es tan caro que no tienes idea. Imposible lograrlo. Me imagino que haciendo dibujo técnico por lo menos puedo mejorar mi situación y luego pasar a hacer algo mejor, quizás poder estudiar más adelante”, explicó.
Los datos lo evidencian: puesto que los hispanos se convierten a paso firme en el segundo grupo demográfico más grande de la nación, el nivel de competitividad económica del país dependerá a largo plazo del grado de preparación de este segmento. Así, resulta vital acelerar su capacitación y éxito académico.
Reuters
Publicar un comentario