"Mira si será maricón que habiendo chocolate pidió fresa". Con esa frase, el actor cubano Vladimir Cruz resume el espíritu de la película "Fresa y Chocolate", basada en el guión de Senel Paz, que cuenta la historia de un artista homosexual que se ve obligado a emigrar de Cuba perseguido por el gobierno de la isla.
Pero no es ficción. Les sucedió a muchísimos cubanos que fueron perseguidos y hostigados por su condición sexual. Hoy, el ex presidente Fidel Castro admitió ser el responsable de esa persecución.
El ex mandatario dio una entrevista al diario mexicano La Jornada que, ya había hecho una primera entrega, revela las inesperadas palabras de Fidel. "Si alguien es responsable, ese soy yo... Es cierto que en esos momentos no me podía ocupar de ese asunto... Me encontraba inmerso, principalmente, de la Crisis de Octubre (1962), de la guerra, de las cuestiones políticas", reconoció Fidel.
En los años 60 y 70 muchos homosexuales debieron exiliarse o fueron recluidos en campos de trabajo -las llamadas Unidades Militares de Ayuda a la Producción (UMAP)- por no corresponder al modelo del "revolucionario" y heterosexual. Allí fueron forzados a realizar extenuantes trabajos agrícolas, acusados de atentar contra el régimen, sólo por su condición sexual.
El líder cubano hizo estas y otras declaraciones en una entrevista de cinco horas con la periodista y directora de La Jornada, Carmen Lira, la primera que concede a un medio impreso extranjero desde su reaparición pública hace unos 40 días.
Según Castro, la persecución de homosexuales ocurrió en momentos de "una gran injusticia" y reconoció que desde el poder él no le prestó "suficiente atención". "Nosotros no lo supimos valorar", señaló el ex presidente cubano con respecto a la homofobia oficial en Cuba. Durante los primeros años tras el triunfo de la revolución cubana "teníamos tantos y tan terribles problemas, problemas de vida o muerte, que no le supimos prestar suficiente atención", añadió.
"Sí, fueron momentos de una gran injusticia, ¡una gran injusticia!, la haya hecho quien sea. Si la hicimos nosotros, nosotros. Estoy tratando de delimitar mi responsabilidad en todo eso porque, desde luego, personalmente, yo no tengo ese tipo de prejuicios", aseguró.
Fidel, quien tras gobernar 48 años delegó el poder a su hermano Raúl en 2006 por una grave crisis de salud, reconoció el impacto negativo que tuvo la marginación homosexual para la imagen de la revolución en diversos sectores, sobre todo en Europa. "Es como cuando el santo peca, ¿verdad?... No es lo mismo que peque el pecador, ¿no?", dijo Fidel que en los últimos dos meses volvió a una intensa actividad pública, recuperado de su enfermedad intestinal.
La entrevista publicada hoy destaca la campaña contra la homofobia que lidera su sobrina Mariela, la hija del presidente Raúl Castro, directora del Centro Nacional de Educación Sexual, quien afirmó en enero pasado que aún existe discriminación en el Partido Comunista Cubano, por lo que pedirá medidas.
Castro también recordó que los atentados que sufrió en los primeros tiempos de la Revolución lo perturbaron "tremendamente" y complicaron algunas de sus decisiones. "La guerra contra los yanquis, el asunto de las armas y, casi simultáneamente a ellos, los atentados contra mi persona", afirmó.
"Escapar a la Agencia Central de Inteligencia (CIA), que compraba tantos traidores, a veces entre la misma gente de uno, no era cosa sencilla. Pero, en fin, si hay que asumir responsabilidad, asumo la mía. Yo no voy a echarle la culpa a otros", agregó.
El diario La Jornada recordó que desde los años 90 la homosexualidad está despenalizada en Cuba y que desde 2008 se realizan operaciones gratuitas de cambio de sexo en la isla.
En relación con el bloqueo, que comenzó en 1962, Fidel Castro denunció que "está vigente hoy más que nunca", con el "agravante" de que "es ley constitucional en EE.UU. por el hecho de que la vota el presidente, el Senado" y "la Cámara de Representantes", y que ha impedido durante décadas la llegada de alimentos y medicinas.
Finalmente, el ex presidente también recordó que su país fue víctima de la "guerra bacteriológica" que permitió que a la isla llegara el dengue hemorrágico. "Trajo aquí el virus II del dengue. En la Cuba prerevolucionaria no se conocía ni el I. Aquí nos apareció el II, que es mucho más peligroso porque produce un dengue hemorrágico que ataca sobre todo a los niños", señaló.
Según Castro, ese virus que costó la vida a 150 personas y que se cebó sobre todo con los niños, entró por Boyeros a comienzos de los años 60, de la mano de grupos contrarrevolucionarios afines a Luis Posada Carriles. El ex agente de la CIA sería años más tarde acusado por La Habana y Caracas de varios atentados terroristas, entre ellos, de volar un avión de Cubana en 1976 con 73 pasajeros a bordo.
AGENCIAS
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