Cinco países americanos cuentan con centrales nucleares, una apuesta energética que hoy es objeto de renovadas críticas debido a la posibilidad de una catástrofe nuclear en Japón a causa del terremoto del pasado viernes.
Con toda la atención y la preocupación mundial en la situación de las centrales nucleares japonesas dañadas por el terremoto de 9 grados de la escala abierta de Richter, los Gobiernos de Estados Unidos y Canadá salieron hoy a defender la seguridad de las instalaciones del mismo tipo que funcionan en sus países.
Mientras, el expresidente cubano Fidel Castro acusó al capitalismo de llevar al mundo a un "callejón sin salida" en un artículo dedicado tanto a los desastres causados por el terremoto y el tsunami en Japón, como por el encarecimiento de los alimentos que sume a millones de personas en la pobreza.
Los Gobiernos de México, país con una central, y Brasil y Argentina, con dos operativas, una más en construcción y planes para otras nuevas, no hicieron comentarios al respecto.
"Nada es completamente seguro y nada es completamente peligroso" en lo que se refiere a fuentes de energía, dijo el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, quien recordó el derrame de petróleo ocurrido en el golfo de México el año pasado, el peor desastre ecológico en la historia de su país.
Obama aseguró que las centrales nucleares estadounidenses están supervisadas muy estrechamente y fueron diseñadas para resistir todo tipo de desastres naturales, incluidos los terremotos.
El mismo mensaje transmitió la Comisión Canadiense de Seguridad Nuclear y antes el secretario general de Energía de EE.UU., Steven Chu, que habló en el Congreso acerca de si un accidente como el ocurrido en Japón podría registrarse en territorio estadounidense.
La Comisión de Regulación Nuclear de EE.UU. tiene bajo revisión 18 solicitudes para construir nuevos reactores nucleares.
En Chile, que sufrió un devastador terremoto en febrero de 2010 y es uno de los países del mundo donde hay más actividad sísmica, el Gobierno negó hoy tener un plan "en curso" para instalar plantas generadoras nucleares en el país.
"No existe, en el mediano plazo, la intención de instalar centrales de ese tipo", aseguró el ministro de Energía y Minería, Laurence Golborne, a Radio Cooperativa.
Golborne matizó, sin embargo, que el país, que no posee yacimientos de gas y petróleo, debe analizar "todas las opciones" para conformar una matriz energética sustentable en el largo plazo.
En ese contexto, dijo que el tema de la energía nuclear "tiene que ser discutido por la ciudadanía, un acuerdo en materia de energía nuclear requiere un consenso amplio, si este consenso se lograse, es algo en que se puede avanzar", concluyó.
En Argentina este año se prevé inaugurar una tercera central nuclear, denominada Atucha II y situada a unos cien kilómetros de Buenos Aires junto a Atucha I, que data de 1974 y fue la primera de América Latina.
La segunda central argentina es la de Embalse, inaugurada en 1984 y situada en la provincia de Córdoba a 700 kilómetros de la capital.
Tanto las dos centrales en funcionamiento como la que se inaugurará este año funcionan con uranio natural enriquecido, tecnología muy diferente a las utilizadas por EE.UU. y Japón.
Desde el año pasado hay rondas de consultas con proveedores de varios países para construir una cuarta central nuclear.
También Brasil espera agregar una central más a las dos que tiene, ambas de tecnología alemana y situadas en Angra dos Reis, en el litoral sur del estado de Río de Janeiro.
Angra I, con capacidad de 657 megavatios, entró en operación plena en 1982 y Angra II, con una potencia de 1.350 megavatios, en 2001.
Una tercera planta, la Angra III, está en construcción y se espera que empiece a funcionar en el 2015 con una capacidad de generación de 1.300 megavatios, y el Gobierno tiene planes para construir otras cuatro centrales nucleares en diferentes lugares del país hasta el 2030.
El presidente del Senado brasileño, el expresidente José Sarney, aliado del Gobierno, subrayó ayer que después de lo ocurrido en Japón es necesario "parar un poco para pensar, porque "aunque Brasil es un país en donde es baja la posibilidad de terremotos y tsunamis, la naturaleza tiene su propia voluntad". .
Según Sarney, pese a que el nivel de seguridad de las plantas nucleares brasileñas es considerado satisfactorio, es necesario que los científicos analicen nuevamente las posibles fallas y los puntos vulnerables.
La central Laguna Verde, en el estado de Veracruz, ribereño del Golfo de México, es la única de energía nuclear con fines de generación eléctrica que existe en territorio mexicano.
Cuenta con dos reactores de uranio independientes, el primero de los cuales inició operaciones en 1990, y el segundo en 1995, con capacidad para generar 1.365 megavatios.
El gobierno ha expresado su disposición de ampliar Laguna Verde con un segundo reactor.
El resto de América Latina no tiene planes concretos para desarrollar la energía nuclear para producir electricidad, aunque hay países, como Chile y Perú, con pequeños reactores para investigación.
En Uruguay, país que no tiene petróleo, se creó en 2009 una comisión formada por representantes de varios sectores para comenzar a analizar la conveniencia o no del uso de tecnología nuclear.
En Perú, país con yacimientos de uranio, el último plan de política eléctrica 2010-2040 incluye por primera vez la posibilidad de desarrollo de centrales nucleares y este mismo mes el Instituto de Investigación para la Energía y el Desarrollo (Iedes) propuso construir una central nuclear conjuntamente con Brasil.
Publicar un comentario