Río de Janeiro está de luto por fallecidos del deslave


Dilma Rousseff, presidenta de Brasil decretó luto nacional en todo el país debido a las personas que han perdido la vida por las fuertes lluvias. Igualmente, el gobernador de Rio de Janeiro, Sergio Cabral, ya había decretado un luto oficial de siete días en ese Estado, a raíz del desastre ambiental que se abatió sobre varias ciudades situadas en la región de altos cerros próxima de Rio.

Las lluvias torrenciales provocaron deslizamientos de lodo que destruyeron todo a su paso en las ciudades de Nova Friburgo, Teresópolis, Petrópolis y Sumidouro. Al promediar la tarde de ayer, el saldo parcial de víctimas fatales ya se elevaba a más de 600 personas.

La Secretaria de Fiscalización de Obras Públicas de Teresópolis, Solange Sirico, dijo a una red de televisión que la situación se complicará en toda la zona “con los riesgos de epidemias como la leptospirosis y la hepatitis. Además, en toda la zona de montaña hay riesgos ante serpientes y escorpiones”.

Frente a la Morgue municipal de Teresópolis, los técnicos situaron varios camiones frigoríficos, donde se almacenan los cuerpos que aún no fueron reconocidos por familiares.

Rousseff en prueba de fuego

La catástrofe de Rio de Janeiro es una prueba de fuego para la presidenta Dilma Rousseff, menos de quince días después de haber asumido el poder en Brasil.

A pocos días de asumido el timón, ya enfrenta una de las peores tragedias naturales de la historia brasileña. Pero hasta el momento, se ha manejado bien, apuntan analistas.

El mismo día de la tragedia, la presidenta salió del palacio presidencial, para anunciar un paquete de ayuda de 450 millones de dólares.

Dina tendrá que mostrar si realmente puede cambiar las cosas, ya que la dramática tragedia se debe mucho a la falta de inversión pública en prevención y una permisividad histórica de municipios y gobernantes con la urbanización salvaje en áreas de riesgo.

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