dos operativos realizados entre el miércoles y el viernes de la semana pasada, autoridades de Chile hallaron 310 kilogramos de cocaína provenientes de Bolivia, que iban a ser exportados desde Arica hacia Siria.
El primer decomiso fue realizado el miércoles pasado, cuando se encontraron 168 kilogramos del alcaloide.
El viernes, funcionarios de Aduanas se incautaron de un contenedor procedente de Santa Cruz de la Sierra con 142 kilos de cocaína escondidos en puertas y marcos de ventanas.
La sustancia prohibida se había escondido en 174 paquetes de forma rectangular en perforaciones hechas en 640 puertas y marcos de tajibo que ingresaron en Chile en tránsito para su exportación a la mencionada república asiática.
El hallazgo fue posible merced a un camión escáner que localizó la droga, aunque informes de inteligencia habían reportado que en esa mercadería se escondería el alijo del alcaloide.
El comisario Leonardo Torres, de la Policía de Investigaciones (PDI) de Chile, informó a radio Cooperativa, del país vecino, que cree que el exportador es una empresa fantasma, por lo que hasta el momento no hay detenidos.
Apuntó que “estamos hablando de organizaciones criminales complejas que actúan en varios países de forma simultánea y utilizan identidades falsas, empresas de fachada que en realidad no existen, entonces es una investigación que demanda bastante tiempo y mucha coordinación”.
La PDI remitió los informes correspondientes a las fuerzas antidrogas de Bolivia y Siria para que adopten las medidas de seguridad necesarias para hallar a los narcotraficantes.
Para destacar
Chile es uno de los puertos de salida de la cocaína boliviana hacia ultramar, pues las rutas hacia Brasil están muy controladas.
Bolivia y Brasil ejecutan convenios de interdicción al narcotráfico que dan resultados positivos.
El alcaloide producido o mejorado en territorio nacional se destina a los mercados de Europa, Asia y África principalmente.
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