En un Centro comercial, todo el mundo tomándose algo tranquilamente después de un dÃa de compras.
De repente, una chica entre la multitud que parecÃa estar hablando por teléfono comienza a cantar el Aleluya de Händel ante los sorprendidos clientes
Pero ahà no acabó la cosa, rápidamente se les unieron más personas. Resulta que 80 miembros del coro de Niágara de Canadá se habÃan mezclado discretamente entre la gente del restaurante. Lo que parecÃa un acto espontáneo fue algo que tardó semanas en prepararse.
Publicar un comentario