brutal crimen de la joven madre de 23 años, Valeria Soledad Hernández Raín, quien desde hace 8 meses llevaba en su vientre a su segunda hija caló hondo en la ciudad.
Así quedó demostrado la tarde de ayer, cuando a las 15 horas cientos de personas llegaron hasta la parroquia San Peregrino Laziosi de Pelluco para despedir a Valeria y su pequeña hija Soledad, quien falleció antes de nacer, aparentemente en manos de su padre, John Mann Kieffer, quien fue formalizado el sábado por los delitos de homicidio calificado y aborto.
El templo estaba repleto, por lo que muchos amigos y conocidos de la joven quedaron en las afueras, esperando su salida bajo una suave llovizna que a esa hora caía sobre Puerto Montt. Incluso llegaron algunas autoridades, como el gobernador provincial de Llanquihue, Francisco Muñoz; la directora regional del Servicio Nacional de la Mujer (Sernam), Evelyn Martínez, y el concejal Gervoy Paredes.
También llegó vistiendo de civil uno de los hombres claves para resolver el caso, el prefecto de Carabineros, Nabih Soza.
Tras una eucaristía que se extendió por más de una hora, salieron los dos féretros de la iglesia de Pelluco iniciando el recorrido fúnebre, que pasó por el Supermercado Santa Isabel de calle Diego Portales, lugar de trabajo de Valeria para luego volver hacia la Carretera Austral, terminando en el cementerio de Coihuín donde fueron sepultadas las víctimas del crimen de Alerce.
agencias
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