Un avión militar que transportaba a refuerzos de la policÃa antidisturbios llegó el sábado a la isla de Pascua, en momentos en que el ministro del Interior afirmó que continuarán desalojando a los miembros de la etnia Rapa Nui que han tomado edificios gubernamentales que fueron construidos sobre sus propiedades ancestrales.
Decenas de personas sufrieron heridas por los disparos de escopetas y por golpes de bastones de la policÃa tras resistirse violentamente al primero de esos desalojos en la normalmente tranquila isla del PacÃfico sur, ubicada a tres mil 500 kilómetros al oeste de Chile, visitada anualmente por unos 50 mil turistas para ver las moai, enormes cabezas monolÃticas talladas por los antepasados de los Rapa Nui.
El cineasta de documentales Santi Hitorangi, quien se hizo sacar 14 perdigones del costado que la policÃa le disparó cuando grababa el enfrentamiento, indicó que la atmósfera seguÃa tensa el sábado, pues las familias que viven en al menos otra decena de propiedades gubernamentales se negaban a evacuarlas a pesar de la presión policial.
"La llegada del avión de carga C-130 con más policÃas y equipos antidisturbios armados se suma a la coacción psicológica que está ocurriendo aquÃ'', afirmó Hitorangi a la Associated Press en una entrevista telefónica. "Lo que sucedió ayer es su manera (del gobierno) de tratar de detener cualquier intento del pueblo Rapa Nui de reafirmar su derecho a la tierra. Sólo pedimos la propiedad de la tierra. Es un reclamo legÃtimo. No pedimos otra cosa al gobierno''.
Unos dos mil 200 de los cinco mil residentes de la pequeña isla pertenecen a la etnia Rapa Nui, y muchos de ellos se sienten afectados por el auge del turismo pues temen que el gobierno chileno, que se anexó la isla en 1888, ahora quiere convertir la tierra en algo asà como un parque temático para beneficio de las empresas extranjeras, que envÃan sus ganancias a otros paÃses.
Tras varias décadas de disputas sobre la tenencia de la tierra y que parecieron que no llegarÃan a ninguna parte, algunos miembros de los Rapa Nui tomaron el asunto en sus propias manos, aprovechando las propiedades que (según dijo Hitorangi) les fueron arrebatadas ilegalmente a sus familias hace generaciones.
En tanto, el ministro del Interior chileno Rodrigo Hinzpeter viajó a la isla el sábado para supervisar los desalojos e indicó que la amenaza al orden que plantea la ocupación de edificios públicos no será tolerada.
"Las cosas tienen un lÃmite y éste se alcanza cuando hay tomas ilegales que causan perjuicio a la isla'', dijo Hinzpeter al diario La Tercera. "Las fuerzas policiales actuaron cumpliendo una orden judicial. Asà funcionan las instituciones y todos debemos acatar'', agregó el ministro, refiriéndose a la decisión de la corte local que fue emitida el jueves.
Hinzpeter indicó, además, que el gobierno "ha actuado con paciencia y prudencia, hemos impulsado un plan de 250 millones de dólares para Isla de Pascua (20 veces más que lo invertido en los últimos 20 años) y hemos constituido una mesa de tierras que ha planteado soluciones''.
Sin embargo, los activistas de los Rapa Nui temen que las inversiones beneficien a los extranjeros y no a los locales y agregaron que los negociadores se han negado a reunirse con ellos.
Publicar un comentario