El miércoles iba a ser un día festivo en Argentina. Cada diez años desde 1869, se declara en el país un día de censo nacional en el que los ciudadanos tienen que quedarse en casa y esperar hasta que uno de los miles de trabajadores toque a su puerta para contabilizarlos.
La ciudad medio vacía, las calles silenciosas, los teatros, cines, supermercados, restaurantes y centros comerciales cerrados. El 28 de octubre iba a ser una jornada de estas, pero se convirtió en un día de luto nacional. Aproximadamente a las 10 de la mañana (hora local) se informó de que había muerto el ex presidente del país, Néstor Kirchner. La noticia tomó por asalto a los argentinos y cambió por completo el transcurso de su día. Instantáneamente, las calles se colmaron de gente que se dirigía con pancartas, banderas y flores hacia la casa de Gobierno.
Los medios argentinos, como el diario Clarín y el portal Infobae, recogieron los testimonios de los transeúntes en las calles de Buenos Aires. Acompañados por sus hijos, parejas y amigos, tanto los que lo votaron como los que no estaban conformes con su política se unieron en esta tarde silenciosa frente a la Casa Rosada para darle el último adiós al ex mandatario.
Los simpatizantes de Kirchner se manifestaron muy angustiados por su fallecimiento y preocupados por un futuro incierto. Solina, de 62 años, casi llorando, dijo que su vida cambió mucho durante el Gobierno de Kirchner. "A mí me duele. Porque yo con él estuve muy bien económicamente. Ha hecho un muy buen Gobierno. Se ha ido joven. Lo siento mucho por la presidenta".
"Estuve muy bien con Alfonsín. Cuando vino Menem me bajó al subsuelo. Y él me subió al primer piso donde ahora estoy cómodamente. Mi posición económica mejoró un montón", contó la enfermera Blanca a Clarín.
El diario The Wall Street Journal Américas recoge la historia del consultor político Gabriel Sáez, que dijo haber pensado que todo había sido un sueño. "Nos acostamos tarde porque no lográbamos que nuestros cuatro hijos se durmieran. Esta mañana estaba en la cama, con la radio encendida, cuando empecé a escuchar medio dormido la noticia y lo empecé a incorporar al sueño. Cuando me di cuenta que no era un sueño prendí la tele. Hoy el plan sigue siendo esperar al trabajador del censo y seguir escuchando las noticias", contó.
El brasileño Rogelio, que está de vacaciones en Buenos Aires, dijo que ha notado cómo ha cambiado la percepción de Kirchner por parte de los argentinos. Le sorprende que ahora mucha gente recuerda las cosas buenas que antes no notaba en Kirchner. Martín, un transeúnte, dice que no es kirchnerista ni antikirchnerista y más allá de lo político lo que importa es la muerte de una persona. Así es la opinión de la mayoría de los ciudadanos que no dejan de expresar sus condolencias a la presidenta.
AFP / Daniel García
José, de 59 años, contó al diario Clarín que desde la mañana tuvo "un presentimiento de que algo malo iba a pasar". "No lo puedo creer, me quedé frío", dijo. Opina que Kirchner era "una persona muy correcta, muy derecha, noble, inteligente" y dice que con su muerte la situación política no cambiará, porque la mandataria actual "tiene mucha fuerza. Tiene un carácter muy especial. Le tenemos que dar fuerzas para que siga haciendo cosas".
"Con una muerte así, lo que va a pasar es que Kirchner va a quedar como un héroe y nosotros sabemos que no lo fue. Hay que ver cómo se reacomoda la política en unos momentos en los que el peronismo está dividido", dijo un taxista de 60 años.
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