Mientras el Ministerio de Planificación alista presentar la encuesta de Caracterización Socioeconómica versión posterremoto, donde seguramente el 15,1% se verá incrementado, la Fundación para la Superación de la Pobreza, presentó un estudio cualitativo donde se recopiló en el libro Voces de la Pobreza las nociones y el “sentir” de las personas que están insertas en el circuito de la vulnerabilidad.
En ese sentido, el presidente de la fundación, Rodrigo Jordán, señaló que “uno de los aspectos positivo es que las personas que viven en una situación de pobreza creen que la superación de esa condición está en ellos y por eso la demanda es por tener mejores condiciones para salir adelante”.
Comentó además que “las personas valoran el mayor acceso a bienes y a la educación, la salud y la vivienda. Sin embargo, la pobreza se está viviendo con dolor, angustia y desesperanza. Hay graves problemas como la exclusión, la discriminación y la impotencia de jefes de familia que no pueden sostener a los suyos como quisieran. Esto es un llamado de atención, Chile no puede dar un salto al desarrollo con ese sentir en los corazones de miles de chilenos”.
Así las cosas, añadió que debido a un fenómeno cultural que existe en Chile donde el reconocimiento social se obtiene por la apariencia, buscan ése elemento a través del consumo de electrodomésticos y ropa de marca para ser parte de la sociedad”.
Conclusiones
Ahora bien, dentro de las principales conclusiones, se reafirmó que la pobreza no es una sola, ni se vivencia de igual forma por todas las personas, pues además de tener distinta óptica según los ciclos de vida y territorios donde habitan, sean urbanos o rurales, se diferencia por cómo se encaran los problemas cotidianos. “Es así que está la del esfuerzo-emprendedor; del esfuerzo-resignado, la del oportunismo, la de los papeles manchados, la de la exclusión”, dijo Jordán.
Otros resultados relevantes dicen relación con que se detecta una pobreza equipada e invisible, y una pobreza que se define como la falta de oportunidades y que se vive con impotencia. En este punto, Jordán puntualizó que “las familias en situación de pobreza sienten que no las ven, que no son parte de la sociedad y que son espectadores de dicha condición”.
También hay valoraciones positivas importantes al esfuerzo, la honradez y la experiencia, como los principales activos con que cuentan las personas en pobreza. Asimismo, está muy presente en los discursos de las personas, la imagen dignificada de la pobreza que emerge de una cultura del esfuerzo, de aquellos que luchan incansablemente por salir adelante.
Benito Baranda, director social del Hogar de Cristo comentó los resultados del estudio y señaló que “las experiencia de estas personas es muy diversas, por lo tanto las políticas deben ir enfocadas a esa diversidad y eso lo hace más complejo que en el pasado”.
Con todo, Baranda, indicó que “el principal desafío es entregar educación igualitaria de calidad, ya que eso va de la mano con políticas más integradas”.
Agencias
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