AGENCIAS
Jade Brooks, de tan sólo 19 años, tendrá que acatar la sentencia de 15 meses de prisión que acaba de dictaminar la corte de la localidad británica de Ipswich Crown por haber mentido en una declaración jurada asegurando que había sido víctima de una violación perpetrada por un joven de 18 años en el verano de 2008.
La joven mantuvo que fue violada en julio de 2008 cerca de la estación de tren de la localidad británica de Havernhill, localizada al este del Reino Unido. Pero lo cierto es que no sólo no hubo violación, sino que, a juzgar por varios amigos, se vieron "jolgorio y risas". De hecho, muchos testigos oculares vieron a la pareja "bastante acaramelada" una vez consumado el acto sexual "entre unos arbustos".
Al menos eso es lo que ha quedado patente en la sala en la que ha testificado el hasta hace poco supuesto violador y hoy hombre libre de culpa alguna en una de las cuatro jornadas de duración del juicio celebrado en mayo de este año: "No la violé, simplemente es una mentirosa que está buscando un poco de atención, ya que no tiene a nadie a quién llorarle", indicó el joven, que también añadió "haber conocido a la chica ese mismo día y haber mantenido relaciones consentidas con ella".
El hombre inicialmente acusado estuvo retenido el día de los hechos durante 13 horas en las cuales tuvo que someterse a un largo proceso de testificación ante la policía además de un exhaustivo examen médico.
Una vez oídas las declaraciones de los sujetos implicados, así como las de varios amigos presentes el día de la falsa violación, la sentencia del juicio, que había sido aplazado dos meses con el fin de que la madre pudiese dar a luz y recuperarse del parto, ha sido tajante: Brooks mantuvo relaciones sexuales consentidas con el joven y más tarde dijo haber sido violada.
Flaco favor a la Justicia
El magistrado David Goodin ha descrito las falsas acusaciones de la irresponsable joven como un "flaco favor" a las víctimas genuinas de asaltos sexuales. Por su parte, Brooks trató de escudarse sin éxito alguno en la necesidad de cuidar a su recien nacida con el fin de evitar la cárcel antes de ser puesta bajo custodia judicial.
Shereen Dyer, abogada defensora de la joven, asegura que aunque su cliente ha acatado el veredicto, mantiene haber dicho la verdad en todo momento y aprovechó su última intervención, para solicitar la anulación de la pena, insistiendo una vez más en "el importante daño" que ésta produciría en ella y su pequeña criatura recién nacida.
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