En medio del caos causado por un gran desastre natural, cuando parece desmoronarse el mundo, la tecnología no responde y el número de víctimas se calcula en miles de personas, también hay lugar para los rescates milagrosos.
Un ciudadano de 60 años de Minamisoma (ubicada en la provincia de Fukushima, en la isla Honshu), pasó dos días agarrado a un pedazo del techo de su propia casa en el océano abierto y hoy finalmente fue encontrado por los socorristas.
El sismo de 9 grados que sacudió Japón el 11 de marzo provocó un tsunami con olas de más de 10 metros de altura. Al oír la alerta de tsunami por la radio, Hiromitsu Shinkawa regresó a su casa para recoger sus pertenencias. Pero le faltó tiempo para huir de la catástrofe, por lo que subió al tejado de su casa y el tsunami lo arrastró al océano junto con él. Su esposa también fue arrastrada a aguas abiertas y sigue desaparecida.
Hoy el navío militar Chokai descubrió a Shinkawa agitando las manos a unos 15 kilómetros de la costa, y le izó a bordo.
Los médicos evaluaron el estado del hombre como satisfactorio y precisaron que estaba consciente. Fue trasladado en helicóptero a uno de hospitales de la prefectura de Fukushima. "Me aferré a un pedazo de techo de mi casa y eso me salvó", dijo.
Según la agencia japonesa Kiodo, el número de muertos y desaparecidos como resultado del devastador sismo en el este de Japón ya ha alcanzado las 2.000.
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