Unos 40 reclusos han provocado varios incendios y han roto ventanas y muebles en una cárcel del condado de Sussex Occidental, en el sur de Inglaterra, durante la última noche del año, pero la situación ya está controlada y todos los alborotadores han sido detenidos, entre los cuales han sido identificados seis cabecillas. Cuando los presos comenzaron a arrasar con todo, los funcionarios de prisiones se vieron obligados a salir del centro penitenciario HMP Ford, situado cerca de Arundel.
Al extenderse las llamas de un bloque a otro, comenzaron a llegar bomberos, policías antidisturbios y 140 funcionarios de prisiones para hacer frente a la situación. El fuego ha afectado a ocho bloques del centro penitenciario, pero un portavoz del Servicio de Prisiones ha afirmado que ya ha sido contenido por los Bomberos.
En el momento en que se produjeron los hechos, solo estaban de servicio dos funcionarios de prisiones y cuatro miembros de personal de apoyo, según ha informado el subsecretario general de la Asociación de Funcionarios de Prisiones, Mark Freeman, citado por el diario británico 'The Guardian'.
Al parecer, los incidentes se desencadenaron porque algunos reclusos se negaron a someterse a la prueba de la alcoholemia. Freeman ha explicado que se había encontrado en el centro una "gran cantidad" de alcohol y que los funcionarios habían estado persiguiendo a los presos "como en una escena de Benny Hill" para que se hiciesen la prueba.
"Aquí preocupa desde hace tiempo la cantidad de alcohol que son capaces de obtener los reclusos", ha señalado Freeman, que ha dicho que recientemente se habían hallado 40 botellas de alcohol vacías.
"Cuando los presos se negaron a hacer la prueba de la alcoholemia, se pusieron violentos, al igual que otros compañeros suyos, y llevaron a cabo lo que llamamos un motín", ha añadido. Freeman ha adelantado que se llevará a cabo una investigación para averiguar qué personas, aparte de las ya detenidas, han participado en el motín.
POCO PERSONAL
El subsecretario general de la Asociación de Funcionarios de Prisiones ha atribuido lo ocurrido a la falta de personal suficiente en la cárcel. "La política general es que las prisiones de régimen abierto tienen menos personal, pero creemos que deberían tener más porque (los reclusos) tienen más acceso a actividades ilegales", ha subrayado.
En HMP Ford cumplen condena delincuentes no violentos con poco riesgo de fuga y a los que les queda poco tiempo entre rejas. Sin embargo, esta cárcel ha sido criticada en los últimos años por su seguridad poco estricta.
Un informe del inspector jefe del sistema de prisiones reveló que los reclusos salían por las noches para comprar alcohol, y en 2006 el Ministerio del Interior dijo que se habían escapado 70 presos, incluidos dos asesinos.
Agencias
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