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¿QUE ES EL "HOME THEATER"?

Se han realizado varias estudios en Estados Unidos con intención de dar respuesta a esta pregunta. El único punto de partida en el que todos los consumidores coinciden es que el home theater (un intento de traducción del término en inglés equivaldría a sala de cine en casa o quizás proyección en casa) es ver películas en el hogar. Puede tratarse implemente de una televisión que recibe las imágenes de un vídeo o de una emisión por cable. Pero a medida que subimos peldaños en el mercado el concepto de home theater (y todo el equipo necesario para él) se convierte en más y más sofisticado. Los sistemas de home theater de gran nivel suelen incluir un vídeo de alta fidelidad, un reproductor de "láser disc", un decodificador de sonido surround y altavoces tanto en la parte frontal de la habitación como en la parte posterior de la misma, exactamente igual que en una sala cinematográfica comercial.

El espacio es otra cuestión. Habrá pocas veces que en una casa se pueda dedicar exclusivamente una habitación a reproducir este ambiente cinematográfico. Lo más habitual será encontrar que el home theater es parte integrante de una habitación multi-usos, por ejemplo un salón, un cuarto de estar o un estudio.

La recreación del ambiente de una sala cinematográfica que se ha dado en llamar home theater tiende a ser una actividad familiar o de grupo, mientras que escuchar música suele ser una actividad individual y solitaria que la mayoría de las veces es disfrutada por una sola persona.
Para comprender mejor el concepto actual de home theater se deben entender los principios básicos de las salas de proyección comerciales, en cuanto a lo que a sonido se refiere. Así pues conviene hacer una rápida revisión de los principios sonoros de las mencionadas salas cinematográficas.




¿Cómo fueron los comienzos del sonido surround?.

Durante muchos años se habían hecha innumerables intentos de lograr un sonido multi-canal, en particular en las películas. En los años cincuenta hubo un productor cinematográfico de gran talento llamado Michael Todd, casado con Elizabeth Taylor, que contribuyó muy notablemente al avance del séptimo arte, tanto en el campo visual como en el campo del audio.

Entre los progresos de Mike Todd podemos mencionar el Todd A-O, una técnica fotográfica de pantalla ancha similar a la Panavisión y al Cinerama, que duró sólo unos cuantos años. Muchos de vosotros es posible que ni lo recordéis. Pero el Cinerama fue una de esas tecnologías que, cuando se veía, jamás se olvidaba. Todd y sus ingenieros desarrollaron una técnica para sincronizar tres cámaras y, en la reproducción, tres proyectores. Algunas películas en Cinerama fueron "La Vuelta al Mundo en 80 Días", La Carrera del Siglo" y "La Conquista del Oeste". Todas estas películas tuvieron versiones convencionales poco después de su aparición en Cinerama, y últimamente también todas ellas han sido convertidas a formatos de vídeo y de televisión. Pero sus versiones de Cinerama fueron algo que había que ver. Visiones panorámicas del viejo oeste desde lo alto de una diligencia a toda velocidad, virajes a uno y otro lado en un coche de carreras en un circuito del Grand Prix, majestuosas vistas del paisaje desde un globo de aire caliente, todo ello era el toque mágico del Cinerama.

Pero más que la mera multi-proyección de imágenes, Todd utilizó sonido multi-canal, sonido surround. El sonido engrandecía las visiones envolventes con un sonido que parecía moverse con las imágenes y que no parecía provenir de las fuentes de sonido convencionales.

Mike Todd no fue el primero en utilizar imágenes con tres proyectores. Abel Gance ya lo había hecho en la era del cine mudo de los años veinte cuando realizó su espectacular producción de "Napoleón". Pero Gance no disponía virtualmente de tecnología de audio, así que utilizó una orquesta en vivo para la pista de sonido, que constaba exclusivamente de música, de Napoleón. Los diálogos emplearon el sistema tradicional del cine mudo: la pantalla se ponía en negro, aparecía rotulado el texto y el espectador intentaba imaginarse las conversaciones cuando veía mover los labios a los actores. Aunque tenía tres pantallas para trabajar, poca más creatividad podía aportar al cine mudo en aquellos momentos. Pero como la sincronización dependía más del sentido de la temporalidad del proyeccionista que accionaba las manivelas que de la precisión del equipo, Gance no podía realmente estar pendiente de que las cosas saliesen con precisión y exactitud de sincronización, ni en el aspecto auditivo ni en el visual.

Pero el Cinerama era diferente. No sólo era un reto a la vanguardia cinematográfica, sino que era también un audaz golpe de mano en el campo de audio para el nivel de la tecnología de los años cincuenta. No sólo sincronizaba múltiples proyectores, sino también múltiples pistas de reproducción de audio, y situaba los altavoces por toda la sala para conseguir el efecto deseado.

Con el Cinerama fue la primera vez que se escuchó algo que podía llamarse sonido surround (su traducción bien podría ser sonido envolvente o sonido circundante). Pero el Cinerama, con todos sus prodigios, era muy caro y difícil de llevar a la práctica, tanto en su producción como en su posterior proyección. Las películas de Cinerama estaban en cartel mucho tiempo, a veces incluso años. Y además, como cada película exigía un equipo y un montaje nuevo, era necesaria una gran inversión, incluso por parte del empresario de la sala.


Después del Cinerama, y durante bastantes años, aparecieron toda una serie de diferentes formatos de audio cinematográfico. Cada uno de ellos requería un equipo ligeramente distinto y un montaje también diferente. Cada uno de estos formatos pretendía presentar la pista de sonido con un mayor impacto y con más espectacularidad que sus predecesores.

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